Esta historia me hizo cuestionar la manera en la que normalizamos hechos atroces en la vida, por ejemplo comer carne. ¿No les parece que es terrible? y aunque se ha escrito mucho sobre el tema, no deja de sorprenderme que los humanos seamos capaces de alimentarnos con carne. Pero esta es solo una opinión.

Por supuesto que aquí estaré generando un debate con respecto a la comida que nos han impuesto nuestros antepasados para tener en nuestra mesa. La decisión es personal. Sé que también tiene que ver con los nutrientes que necesita el cuerpo y que con frutas, verduras y agua, no será suficiente para que un cuerpo resista.
Según la Asociación de Industrias de la Carne en España “se come carne porque es una fuente rica en proteínas de alto valor biológico, aminoácidos esenciales, vitaminas (especialmente B12) y minerales (como hierro y zinc), que son cruciales para el crecimiento, el mantenimiento de tejidos, el fortalecimiento del sistema inmunológico, la formación de glóbulos rojos, y el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y cognitivo en todas las etapas de la vida.”
Y aunque digan que no hay elementos, similares, que sustituyan los nutrientes que la carne le da al cuerpo, al preguntar en Internet, me aseguran que si existen, por ejemplo aquellos ricos en proteínas de origen vegetal, como las legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles), las soyas (tofu, tempeh, leche de soya), las nueces y semillas, los cereales integrales como la quinoa, los huevos y los productos de sal y lácteos para lacto-ovovegetarianos. También se pueden usar las setas por su textura carnosa, como lo asegura unileverfoodsolution.
¿Entonces por qué alimentarnos con carne si podemos aprovechar otras opciones que cumplen la misma función? bueno, varias personas me dirán que es porque la carne es deliciosa, porque al prepararla y ponerle los condimentos adecuados se convierte en una comida exquisita. Esta es la parte comprensible.
¡Sí como carne y es deliciosa! Pero ¿Cómo es el proceso para que la carne esté en la carnicería de mi barrio, supermercado o plaza de mercado y luego en mi cocina? es ese proceso el que he venido omitiendo en mi vida, no me quiero enterar, no quiero saber cómo hacen las grandes cadenas ganaderas y frigoríficos para que llegue la carne a mi casa. No quiero saber cómo cuidan a las reces para luego llevarlas al matadero y que se conviertan en el almuerzo de mi familia. Esa es la parte horrible de la que no quiero hablar. Pero me encontré con Cadáver exquisito y les quiero contar sobre esta historia.
¿De qué trata Cadáver exquisito?
Y esta historia comienza cuando deben acabar con todos los animales del mundo porque un virus los contagió y podemos morir si seguimos alimentándonos o compartiendo casa con animales domésticos. Pero si el ser humano necesita de la carne, ¿Qué van a comer entonces si ya no hay gallinas, vacas, caballos, conejos, etc.?
¡Si, mi querida y querido lector, están en lo correcto! Dice la contraportada del libro: “Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en los grupos: los que comen y los que son comidos.”
Marcos Tejo, es el encargado de un frigorífico, acaba de perder a su hijo y le regalan una mujer criada para el consumo, además tiene a su papá enfermo en un lugar de reposo y su esposa no lo quiere ver. Está en un momento difícil de su vida, debe tomar decisiones. El final es inesperado.
La descripción desde el lugar donde mantienen a la “cría”, hasta el momento en que llega a la mesa para ser comida, es aterrador, y aunque los personajes ya están acostumbrados a esa realidad, no puedo dejar de pensar, que tal vez nosotros vamos para allá, a vivir esas escenas. ¡Qué horror!
Al igual que nos narra Bazterrica en Cadáver exquisito, solo nos queda aceptar cómo es el tratamiento de la carne en nuestras vidas, tomar decisiones y por supuesto, disfrutar de esta historia, de la prosa y de cómo esta argentina no dejó que soltara este libro en dos días.
¡Nos estamos leyendo!

 
                         
                         
                        