Construcción del Álbum familiar 2020-2021

Me gusta recordar y aunque trato de irme al pasado, no recuerdo la primera fotografía que tomé. 


Recuerdo que mis papás tenía una cámara alargada, muy fácil de usar. Se le ponía un rollo fotográfico y cuando capturaba el momento debía mover con mi dedo gordo una rueda para que pudiera rodar el rollo y así tomar la siguiente fotografía. “No mal gaste el rollo Diana, nos tiene que durar todo el día”, me decía furiosa mi mamá, aunque ella sabía que yo era cuidadosa con las fotos, todas tenían que quedar muy bien para nuestro recuerdo, para nuestro álbum familiar.

Mercedes Sarapura y Lourdes Peschiera, escribieron un texto en el 2014 que titularon: El álbum familiar y su migración digital, y fue publicado en Correspondencias y Análisis No.4. En este artículo resaltan: 

El álbum familiar (como soporte de fotografías que remiten no sólo a la estética, sino a la
historia de una comunidad, a su pasado y memoria) evoca también la identidad. La vigencia
del álbum fotográfico quedará siempre sujeta a la imperativa necesidad humana de vencer
a la muerte y anular el olvido (a través de las imágenes) y la de definir y conservar su
identidad con ellas.

Hace algunos siglos la fotografía era un recurso utilizado por las familias para dejar la captura de un instante en la vida. Se ponían la mejor ropa y todos muy serios se quedaban mirando la cajita mágica. Luego, el fotógrafo, les enviaba el recuerdo en un papel y ellos lo enmarcaban y lo ponían en un lugar estratégico en la casa. Pero se empezó a popularizar en el siglo XIX, así que la profesión del fotógrafo empezó a ser reconocida por las familias y así comenzaron a capturar momentos importantes para  llenar un libro con esos recuerdos.

Recuerdo, también, que tomar una fotografía a mis tías, a mis abuelos, incluso a mis papás, era una tortura, no les gustaba, se sentían incómodos y nunca querían una foto. Tenía que ser una reunión familiar, en donde ellos sintieran que estaban bien arreglados, para que voluntariamente pasaran a tomarse la foto del recuerdo de ese momento familiar. Cuando se mandaba a revelar el rollo y podíamos tener las fotografías en nuestras manos, saltaban a mirar cómo quedaron. Mi mamá las escogía y las ponía inmediatamente en el álbum para que no se dañaran.

La experiencia ahora es diferente, es común que se tomen fotografías en cualquier lugar. Muchos quieren aparecer en las fotos. Todos pueden tomar fotografías, no es necesario el fotógrafo experto y conocido para que tome la mejor foto familiar, ya no se usan las cámaras de rollo fotográfico, y pocos quieren, piensan y tienen un álbum de fotografías en casa.
Muchas cosas han cambiado, pero lo que asegura Mercedes y Lourdes en su texto, me llamó mucho la atención: 

El álbum familiar es una forma de narrar la vida, aún en la cultura actual (anclada en
los bastiones de la tecnología), ya que el relato sigue siendo importante como “elemento
primordial del funcionamiento de la vida y de la creatividad del grupo”, tal como sostiene
Martín-Barbero (1989: 210)

Mirar los álbumes de cada familia es una tarea que todos hemos hecho. Nos pasan, no sabemos en qué momento, estos libros los dueños de casa y se nos va toda la tarde revisando las fotografías y al lado alguien que nos dice: “ese era su papá, mírelo como era cuando tenía su edad”. Entre risas, nostalgia y muchos recuerdos, también queda una sensación rara, cuando uno ve en la foto gente que no conoce, alguien que no le es familiar; es una foto que pasas y no genera nada, ninguna sensación. Siempre estas buscando las personas que conoces en una fotografía, para sentir la necesidad de que te cuenten qué pasó ese día, por qué razón salió esa foto.

Y sí, aunque ya no sea común usar un álbum para dejar los recuerdos de lugares, personas y momentos, la gente esta interesada en contarnos por medios digitales: qué comió, qué lugar visitó, cómo va creciendo su hija, quienes se reunieron en las fechas importantes, entre otras cosas. Facebook nos permite hacer un álbum digital y nosotros podemos ver los álbumes de todos nuestros contactos. Instagram nos permite ver fotografías capturadas diariamente, cada hora, cada segundo. Por WhatsApp podemos enviar fotografías tomadas al instante y nuestros contactos las pueden ver en las historias que publicamos. Ya no se usa tanto el álbum físico, pero estamos construyendo un álbum familiar en el medio digital.

La idea de dejar en el recuerdo momentos, instantes personales y familiares, compartirlos para que muchas personas las vean, es la necesidad de dejar entre líneas nuestra historia, contada por imágenes. Quizás, para que nunca nos olviden.

Álbum familiar
Construcción del Álbum familiar 2017-2021

Yo me uní a la tradición, comencé a construir mi propio álbum familiar, tal vez para que las personas que me visiten tengan un relato mío por medio de las fotografías que mando a imprimir y cuidadosamente pongo en este gran libro familiar. Seguiré tomando fotografías para mis medios digitales, pero las imprimiré, para las personas que quieran visitar mi casa, tengan un ratito para ver mi historia narrada por medio de esas imágenes que capturo en cualquier momento y en cualquier lugar.


¿Te animas a hacer un álbum y nos encontramos para ver tú historia?, yo invito el café.


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2 comentarios

  1. Que texto tan bonito y real, tantos recuerdos en una foto, tantas historias que nos puede contar una imagen… Una delicia y un tiempo que todos deberíamos tener. Guardar en físico nuestras fotos para que de vez en cuando nos reunamos a recordar.

    Gracias Dianita.

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