Tengo tanto por agradecer, que no me alcanza este espacio, pero intentaré dejar en este texto mi sentir con las personas que estuvieron este instante de mi vida y que me llenaron de nuevas experiencias y muchas más historias.
Se terminó el año académico
Llenar formatos, escuchar a estudiantes pedir que por favor le reciba un trabajo fuera de las fechas que se dieron, escuchar ruegos de los estudiantes por otra oportunidad, mensajes diciendo que perderán la beca porque la nota de mi materia les quedó muy bajita, y una que jamás había escuchado: “profe yo pensé que tenía que enviar el trabajo que usted pidió al correo de otro profe, puede confirmar con él, que se lo envié, por favor califíquelo” Todo esto lo viví faltando pocos días para que se terminara el semestre.
Cargar la carpeta con evidencias de: notas – un formato horrible que nos hicieron llenar durante el semestre en Excel, que al final no dio la fórmula y no sirvió para un carajo – la participación de más de diez capacitaciones y reuniones, informe de salidas pedagógicas, informe de egresados, informe de Saber Pro, de las clases espejo y del evento académico realizado desde mi materia.
La clase de siete de la mañana los miércoles – para saber que los estudiantes llegaban de 7:30 a 8:00 a.m. porque esa clase era un laboratorio que terminaba a las 10:45 a.m. Seis materias dictadas de lunes a jueves por un sueldo mucho menor al que estaba acostumbrada a ganar en otras universidades. El tipo de contrato (tres meses y medio) y por último, la llegada y la salida de Soacha.
Lo mejor de este año
Los estudiantes que pasaron por mis clases. Sin duda, fue lo mejor que me pasó este año. Cada persona con una historia, un mundo de saberes, experiencias, risas, expresiones, responsabilidades, genios, voluntades. No puedo sentirme más orgullosa y feliz de haber tenido estos grupos, que se cruzaran por mi camino en este justo momento de mi vida.
Mis compañeros: Miguel, Jenny, Sofia, Fabio, David Beltrán, David, Crystian, Ildelfonso, Diego y el gran Carlo, los profes que con su creatividad y buena actitud, hicieron que los días más complejos, fueran llevaderos. Fueron pocos momentos los que pudimos compartir, porque la rutina académica a veces nos abrumaba, pero esos días que pudimos sonreír, en los que había una broma, o un comentario que hacía relajar la situación, lo agradezco.
Los egresados y egresadas del programa de Comunicación Social Periodismo, con quienes tuve la oportunidad de hablar. Me hicieron sentir tan orgullosa por todo lo que han logrado con disciplina y pasión. Esto para la universidad y para el programa es muy importante, pero más que llenar un indicador me alegra que los reconozcan y en la Noche de la excelencia logramos que galardonaran a tres egresados y egresadas que trabajan en la Región, dejando el nombre de la Universidad en alto.
Gracias por la despedida que me hicieron mis estudiantes. Gracias por sus palabras sinceras cuando hablaban de las salidas pedagógicas y la metodología que usé en clases, gracias por las sonrisas, los abrazos, los cafés, los helados, las pizzas, las flores, los chocolates, el cine y por dar lo mejor en cada trabajo presentado. A mis compañeros, a los y las profes de la facultad, gracias por el almuerzo en “Balcones”, por las risas, por las cervezas, por el premio como mejor oficina decorada, por la unión y la fraternidad de los dos programas.
No sé qué pueda pasar el próximo año. Por ahora, solo tengo el corazón llenito de amor y experiencias que no voy a olvidar. Gracias, gracias, gracias.
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En @dianasochacuenta (Instagram y TikTok) podrán ver videos y fotos de esta experiencia.