Caminando por el pabellón del país invitado PERÚ en la Feria del Libro 2014 en Bogotá, se cruzó por mi camino un pequeño libro color verde en la portada y una silueta de color negro que parecía ser de una mujer. La contra portada, de color amarillo, me atrapó con la primera frase: “¿Puede una madre ser la peor enemiga de su hija?” y se cruzó por mi mente dos cosas: es el libro indicado para pulir mi novela, porque trata sobre la relación de una madre con su hija (Mi Ana y mi Estefanía, o mi Estefanía y mi Gabriela, en la novela que estoy finalizando)y también es apropiado para este mes, en donde las familias se encuentran para celebrar el día de la Madre. Lo llevé en una bolsa de papel y salí orgullosa por mi compra.
Al llegar a la casa repetí la lectura de la contra portada y leí la biografía de la autora (Jennifer Thorndike) nueva en mi lista de escritores.
Y me dejé llevar por el ritmo de las palabras y las frases de dolor.
Es una historia sencilla, fácil de leer. Cuenta sus momentos en el pasado, en donde vivió escenas perturbadoras con su madre y su mellizo, pero las relaciona con el presente, en el momento en que debe enterrar para siempre a su mamá. Las decisiones que toma, son llevadas por el recuerdo y el dolor de todo lo que pudo vivir al lado de su madre, por todo lo que dejó de vivir fuera de aquella habitación, de esas puertas y ventanas con candados, donde estaba privada de una libertad que al parecer no merecía, incluso desde el vientre de su madre.
Alguna vez hablaba con mi esposo, sobre lo difícil que es hablar de los errores de las madres en esta sociedad. La madre, es intocable, es un ser puro, a quien le debemos el sacrificio que tuvo, no solo, por llevarnos nueve o menos meses en su vientre, sino también por las desveladas, los cuidados, las enseñanzas.
Se culpa a la madre, por la ropa que llevan sus hijos, por su comportamiento, por sus acciones, por sus triunfos y fracasos.
La mamá de este personaje, es una mamá que por tradición esta convencida que los hijos son los seres que te cuidarán hasta su muerte y que deben estar a tu lado porque se lo debes, porque es la única manera de pagar el sacrificio que ésta tuvo: soportar los dolores de parto, soportar que casi mueres en su vientre, soportar la cirugía y las consecuencias que esto trae, las desveladas, las idas al médico, los medicamentos que se tuvieron que comprar, la angustia porque te pase algo malo, la educación y tantas otras cosas que hacen las madres por sus hijos. El único papel que le interesa a esta madre, es que en su vejez la acompañe su hija.
Feliz mes de las madres!