El pasado 6 de marzo salió publicada en la reconocida revista digital Relatto, una de las mejores revistas de crónica periodística latinoamericana, una crónica que escribí sobre Carmen Fandiño, La niña que padeció el “bogotazo”.
Para mí es un honor estar en esta publicación, compartiendo con los más grandes periodistas latinoamericanos.
Aquí les cuento cómo pasó.
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Comencé un curso de crónica en la Universidad de los Andes el año pasado. Allí conocí al director del sitio web relatto.com Rafael Molano, un reconocido periodista que había sido director de la revista Gatopardo en Latinoamérica hace varios años.
Actualicé lecturas, desempolvé algunos conceptos y aporté, algo, de lo que había realizado en mis clases de crónica periodística en algunas Universidades de Bogotá. Aprendí de mis compañeros, quienes tenían perfiles variados y con muchas ganas de escribir textos que motivarán a la lectura; pero sobre todo, me motivé a escribir con la intención de ser publicada en la revista más importante de periodismo literario en Latinoamérica.
De la mano y experiencia de Rafael, surgió este texto. La idea fue llevada en uno de los talleres y poco a poco tuve asesoría personalizada por el editor jefe del medio digital. Hice trabajo de campo: entrevisté, visité lugares, y disfruté el ejercicio del periodismo.
La historia
Yo no tenía ninguna historia por contar para el curso y le comenté a mi pareja, con la intención que me diera ideas para trabajar. Él fue, quien me sugirió la historia que vivió su mamá en el bogotazo y comencé a escribir. No sin antes, pedir la aprobación de doña Carmen y de sus tres hijas.
Carmen, con ocho años, se pierde en plena revuelta por el asesinato del líder político: Jorge Eliécer Gaitán, a unas cuantas cuadras de la casa donde vivía con su familia. Una mujer la lleva a Yacopí, un municipio de Cundinamarca, donde vive su niñez, adolescencia y parte de su adultez. Regresa a Bogotá y se reencuentra con su familia después de muchos años.
Pueden leer la historia completa AQUÍ
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Gracias a la familia Cortés Fandiño por permitir contar esta historia y dejarla en la memoria del país.