El cuarto libro recomendado de este año es Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro. Una historia que había evitado por años. En el 2024 me regalaron el libro y lo había dejado reservado para después. Este año, decidí leer pausado, sin romper records en lecturas y le llegó el momento a la historia de Ezquiel y Wädi.

896 páginas en donde se cuenta la historia del conflicto entre Israel y Palestina, desde la mirada de dos familias y sus generaciones, unos judíos y otros árabes en la Huerta de la Esperanza. Comienza desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX.
Relaciones que se rompen por su cultura, respeto a sus creencias, pero también por venganza y dolor. Con un final inesperado, pero que permite que valore cada página leída, porque debo ser sincera, hubo momentos que quería desistir de la lectura.
La escritora y periodista Julia Navarro, presenta su tercera novela llena de historia, traición, amor y espionaje, pero que por momentos se tornaba repetitiva. Ya lo he escrito en otras recomendaciones, que no me gusta que cuenten un hecho y en las siguientes páginas vuelvan a decirlo pero con otras palabras.
Esta novela tiene muchos nombres y son complejos para aprender. Hablan de grandes familias, con varios hijos y sus generaciones, así que se puede uno perder, me confundí varias veces y no comprendía quienes eran los judíos o los árabes.
Comprendí desde aquí el conflicto, y como muestra las dos versiones uno termina concluyendo que la guerra es innecesaria, que los argumentos de las dos partes, no justifican tantas muertes y tanta destrucción.
Te enterneces con varios personajes, pero también no te explicas ciertas cosas de la cultura, como por ejemplo una pareja que vivió toda su niñez y adolescencia, era inevitable que se enamoraran y por respeto a sus creencias, aceptaron casarse con otras personas y tener hijos, aun sabiendo que hasta la muerte el amor entre ellos permanecería.
Trabajar y defender un lugar. Cuidarlo día y noche, para que en cualquier momento, la ideología política no permita que esa armonía continúe, es lo que uno no se explica con el final de la Huerta de la Esperanza.
Un libro que deja tristeza, poca esperanza, pero que ayuda a comprender las dos versiones de esta guerra que parece no tener fin.
Espero se motiven a leer esta historia.
¡Nos estamos leyendo!