La FILBo, siempre será un éxito, para mi. Aunque escuche comentarios como: “todos los años es lo mismo”, pienso que esas personas no se dan la oportunidad de revisar con detalle la agenda que publican en la página, o que no están pendientes de la información que publican en las redes sociales de la FILBo. Es muy difícil si se quedan solo con la idea de la ubicación de los pabellones, aunque pensándolo bien, incluso cada año, yo encuentro algo nuevo, por ejemplo, las ilustraciones, las fotografías que ponen en algunos stands son distintas cada año, puede que la ubicación de muchos sea la misma, pero jamás será igual.

Ahora, si hablamos de la producción, por supuesto que nada es igual. Cada año, un autor suma a su lista un libro nuevo, nos encontramos con nuevos talentos, autores que publican por primera vez y ven en la feria la oportunidad de mostrar su producto, con charlas, firmas y encuentros personales con los lectores, para contarles sobre su obra.

Este año publicaron en la Feria cuatro personas que quiero y admiro mucho, Jaime Cortés, con su libro Accesibilidad web de las entidades públicas colombianas: propuesta de un modelo de evaluación aplicado, (Esta el link para que lo descarguen gratis) y participó en dos capítulos del libro Experiencias Pedagógicas con la población sorda en la educación superior: desafíos y aprendizajes en busca de la inclusión educativa, junto a varios profesores de UNIMINUTO; John Afanador con su libro: Trascender Entre Sombras, David Kahra, con su libro: El río del Cambio y Álvaro Velandia, con su libro: La guerra en los medios, reconstrucción de la memoria histórica de los veteranos colombianos que participaron en la Guerra de Corea, que también escribió el profesor Fabio Andrés Ribero.

Así que no puedo estar de acuerdo con esa frase, que me parece vacía y sin argumentos “en la feria siempre es lo mismo”. Lo que si se espera encontrar, por supuesto, son libros en promoción, que realmente se note que estamos de feria y que yo sienta que hay un descuento, o que me llevo un valor agregado del lugar donde accedo al libro, eso no puede cambiar nunca. Otra variedad, cada año, es el pabellón del país invitado. Que si es lindo o no, esa es otra discusión. Pero tener la oportunidad de ver los libros de otros países, las historias de esos autores lejanos a nosotros, saber de su cultura, de la comida, bailes, vestuario y todo lo que los representan, sin duda, cada año es novedoso.

Lo no tan bonito

Siempre digo que este es el evento del año para mi. Esta el cumpleaños de mi familia, mis amigos y el mío, la navidad, el fin de año y sin duda, la Feria del libro en Bogotá. No hay otra fecha más esperada para mi en el año. Y todo lo que trae la feria me llena de emoción. Ir más de un día y disfrutar de las charlas, el país invitado, la comida y los libros. Pero también debo decir que me sorprende, sobre todo este año, que estuve un poco más atenta al tema, que la gente poco se detiene a mirar, preguntar, incluso, a comprar, en esas librerías pequeñas que van con su catálogo (que muchas veces es parecido al de las grandes editoriales) y no tienen un diseño llamativo en su stand para que nos detengamos a mirar.

¿Por qué siempre vamos a las editoriales reconocidas? Será por sus stands llamativos, o porque vamos a la fija a encontrar los libros que tanto han publicitado. Lo cierto es que tuve una experiencia bonita este año con un stand pequeño, vi un libro que llamó mi atención, la que me atendió me dijo que ella era autora de ese libro y que todas las autoras eran mujeres, escritoras de México. Me emocioné mucho en el lugar y compré algunos libros allí. Me firmó el libro que escribió. Fue emocionante comprarles a ellas, seguramente no lo encontraría en las editoriales grandes. Luego caminé un poco y después de preguntar un libro y encontrarme con precios entre $65.000 y $68.000 precio feria, me encontré con un stand pequeño, pocos libros y buena atención, allí el mismo libro costaba $55.800 y estaba firmado por la autora, además, podía mover una ruleta y ganarme algunos premios, salió Kid y me dieron una bolsa para guardar libros, bellísima, un calendario, stikers, separadores de libros y una libreta para tomar notas, salí encantada del lugar.

Para concluir…

Aprendí con los años que a la feria no puedo dedicarle solo un día. Hace un año, tuve un pase VIP por la editorial que publicó un cuento que escribí: Mundos Paralelos, en el libro Una Noche Sin Dormir y pude estar diez días disfrutando con detalle de los libros. Este año, no tuve la misma fortuna, pero estuve cuatro días, pude disfrutar de varias promociones y me llevé 25 libros que seguro me acompañaran lo que queda del año (esperen las reseñas aquí en el blog).

Ojalá el próximo año se animen a asistir, y tengan en cuenta estas recomendaciones: visiten la feria más de un día, ojalá vayan después de las cinco de la tarde (es menos concurrido), de lunes a viernes, el fin de semana es terrible, revisen las charlas, nos visitan siempre autores interesantes, programen la firma de su autor o autora favorito con tiempo, las filas a veces son muy largas, disfruten de la comida, hay actividades en algunos stands interesantes y sobre todo, miren las librerías pequeñas, los independientes, allí también se encuentran cosas interesantes. Apoyen los escritores y escritoras que lanzan su libro por primera vez, eso motiva el ejercicio. Vayan bien abrigados, lleven paraguas y muchas ganas de aprender.

#FILBo35años

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