La niñez nos genera traumas en la adultez. Esto es inevitable, pase lo que pase cuando somos pequeñas, generará una consecuencia profunda en la manera en la que llevamos nuestra vida de mayores. Esta es la conclusión a la que llegué – con ayuda de Rocío, la psicóloga de Sociedad Inusual, en su última sesión del club de lectura, después de leer el libro La Carne de Rosa Montero

Mujer, escultura de el mirador de la piedra en Villavicencio Colombia

¿Alguna vez has sentido que tu felicidad depende de alguien o de tener algo muy específico y que al parecer, la vida se empeña en no concedértelo, entonces te sientes frustrada, sientes que nunca llegarás ha ser feliz? pues creo que todas las personas nos hemos sentido de esa manera. Tal vez sea por la edad, pero ahora me cuestiono más mis emociones. Esos sentires que antes dejaba que pasaran y alteraran mi día, ahora intento controlarlos y no permitirles que me dejen de cabeza. Pero no ha sido fácil, esto no lo he logrado al cien por ciento, esto es un trabajo diario, un control de mis pensamientos constante. No les diré mentiras, no lo he logrado sola, los libros han sido mis maestros estos últimos años.

La Carne, por ejemplo, me hizo pensar en la vejez desde los traumas y la soledad, pero el Amante Japonés y Cipriano, me hablaron, a su manera, de la vejez desde el amor eterno y lo que no se pudo decir a la familia (prometo dedicarle una recomendación a la historia de Cipriano, lo merece) Y es que parece que entre más años cumplimos, menos tiempo, sentimos, que nos queda para comenzar de nuevo, para cumplir ese sueño, para despertar al lado de la persona que amamos, para compartir una cena o un almuerzo con los que nos sacan sonrisas y carcajadas, para pedir perdón y entonces no pensamos en la vejez, eso esta muy lejos, muy, muy lejos; dejamos todo para después.

“Ahora Soledad acababa de cumplir sesenta años y se preguntaba en qué se le había ido. Había llegado a esa edad en la que su biografía era irreversible. Ya no podría ser otra cosa, ya no podría hacer otra cosa con su vida. Ah, si hubiera sabido que iba a ser vieja y que se iba a morir, habría vivido de otra manera. Pero antes lo ignoraba. Es decir, nunca lo supo de este modo verdadero e irremediable. Y ahora ya era tarde.” página 187. Soledad es exitosa, viste bien, se da gustos de artista, porque lo es, pero esta sola y eso la agobia, porque cree que no es feliz, que necesita de una pareja para estar completa. Más que necesitar la convivencia, lo que pedía era amor, que fuese amada.

Pero por qué comienzo este texto diciendo que todos tenemos traumas en la niñez y estos se ven reflejados en nuestra historia de adultos, porque Soledad odiaba a su mamá y fue abandonada por su papá. “…Hacía falta ser mala para llamarlas Soledad y Dolores. Y lo peor era que las dos habían cumplido su terrible mandato nominal. Ella siempre tan sola. Y Dolores sumergida en el dolor psíquico, que es el más cruel de todos” pág. 101. Soledad tiene una hermana gemela, Dolores y estas dos mujeres tienen todo que ver con La Carne, puede que mi interpretación este errada, podrán ustedes contarme cuando lean la historia, si lo sintieron de igual manera, pero insisto en que la vida de Soledad es la consecuencia de haber sido llamada Soledad y de que su padre las hubiera dejado en manos de una mujer con problemas mentales.

Podrán encontrar muchos más temas dentro de estas páginas, a mí, me llamó poderosamente la atención estos dos, porque siento que no puedo llegar a viejita sintiendo que no hice, que no dije, que no viví como me hubiera gustado vivir. Claro que no todo lo puedo lograr, ya llevo varios años encima, pero esta historia me motivó a pensar más en lo que quiero hacer y actuar casi de manera inmediata, eso sí, actuando de manera coherente, aquí no vale hacer cosas que te hacen daño, eso no cuenta, aquí solo cuenta lo que nos hace felices.

Así que si estas pensando en viajar, bailar, nadar, besar, amar… nada te detiene, el tiempo esta en tu contra. Anímate a realizar eso que te hace feliz hoy, mañana, planea la fecha más cercana, no tienes tiempo, no lo tienes.

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