Dos personas me confesaron que no pueden llorar. Saben cuántas veces han llorado y no sobre pasan los dedos de una mano. Es extraño no tener esa facilidad. No sentir ese ahogo, esas ganas de tomar aire y dejar que todo el sentimiento se escape por los ojos y el dolor que sientes en el pecho, en las manos, en la cabeza, en todo el cuerpo se salga por el agua que nuestros ojos sueltan, a veces sin que les demos una orden exacta. Pero sí sienten dolor, sí hay tristeza, no es que sean personas de piedra, que no sienten nada y por eso no dejan salir las lágrimas, sencillamente, ellas no salen.
Me gustaría, aunque sea por una sola vez, no llorar; pero eso no va de acuerdo a mi expresión de sentimientos. Al parecer la razón por la que algunas personas no lloran, tiene que ver con una explicación psicológica, el artículo de la página web: psicología Bay (https://psicologiabay.com) escriben que: “La incapacidad para llorar indica un déficit de gestión emocional. Cuando las lágrimas no acuden cuando corresponde, significa que una parte de nuestra psique se halla disociada del resto. Probablemente sabemos que no estamos bien, pero no terminamos de sentirlo. Nos cuesta conectar con nuestras emociones y, en consecuencia, no podemos expresarlas adecuadamente ni terminar de digerirlas. Nos sentimos bloqueados y atrapados en un nudo interior que muchas veces no sabemos ni cómo empezar a deshacer” Por otra parte en la página web de la Vanguardia, un artículo titulado El Misterio de las Lágrimas: por qué lloramos, en entrevista con Elena Jarrín, oftalmóloga del Hospital Rey Juan Carlos y la
clínica Vissum de Madrid, asegura que: “La vía neuronal de la glándula lagrimal es complejísima, le afectan muchos elementos y tienen muchas sinapsis. Es mucho más complejo que otros reflejos que tenemos en el cuerpo… la lágrima basal, que surgió como algo totalmente fisiológico por la necesidad de que el ojo esté humedecido para ver bien – igual que un cristal debe ser transparente para ver bien – , ha evolucionado para manifestar alegrías y tristezas”. Así que ese líquido sirve para proteger el ojo (basales), las que reaccionan por un componente externo (reflejas) y las que están vinculadas a nuestros sentimientos (emocionales) y estas últimas según Sergio Lozano, autor del artículo de Vanguardia, “son un misterio, tanto en lo que respecta a su origen como a su función”.
En una escena de la película Ghost La Sombra del Amor Demi Moore, o Will Smith en la escena que se ve caminando después de recibir una buena noticia en la película En Búsqueda de la Felicidad, o la fotografía de Man Ray y la obra en acrílico de Tony Sánchez, las dos tituladas Lágrimas, entre otras formas de expresión artística, yo podría afirmar con certeza que son imágenes hermosas, por supuesto, tienen en común todas ellas las lágrimas, que es la representación de la tristeza o de la alegría, en los actores, actrices, modelos de fotografía o inspiración en la pintura los hacen ver hermosos, pero nosotros, los mortales, creo que no nos vemos artísticamente bellos llorando, los ojos rojos, la cara hinchada, la
nariz llena de mocos, no, nosotros no nos vemos lindos llorando, pero no se trata de verse lindos o no, se trata de dejarse llevar y que las lágrimas hagan lo propio, para que más adelante se sienta mucho mejor, se deje en el llanto ese dolor y se sane poco a poco. Nos venden la idea de que el llanto se puede
ver bello, pero realmente, lo que nos dicen, es que es importante expresar lo que sentimos y que si el llanto aflora, se puede conectar mejor con el sentir de la persona.
Soy tan sensible, que las historias de ficción de los libros o las películas, bien logradas, con escenas trabajadas, me obligan a llorar. Para muchos, podrá ser una debilidad, otros se preguntarán, si tu vida es feliz, si nada malo te está pasando, por qué razón lloras por las historias de otros. No es necesario hacerlas cercanas a mi vida, creo que es la empatía lo que me permite sufrir lo que sufre otra persona.
Precisamente las historias de no ficción son las que más hacen que mis lágrimas broten sin control. La realidad es mucho más dolorosa y creo que en los últimos años he llorado mucho más que en los anteriores. El secuestro, la desaparición de personas que piensen diferente en este país como los campesinos, líderes sociales, jóvenes y niños en las regiones y en las ciudades, la violación de Yurani, Rosa y tantas otras mujeres, el dolor que otros y otras pueden causar a personas buenas, y la muerte natural de personas cercanas, si bien, sabemos que todos vamos a morir, este tema es difícil para mí (leer https://dianasochacuenta.blogspot.com/2021/05/la-muerte.html aquí lo explico mejor)
Se llora porque se perdió un amor, porque no eres correspondida o porque no te demuestran que te aman, por la ausencia, por no tener lo que se quiere o se pierde lo que se tenía, pero también, se llora de alegría, de emoción, por ejemplo, cuando nace tu hijo, por sus logros, cuando te cuenta sus tristezas, sus miedos, cuando a pesar de lo que te pueda doler, lo apoyas en sus decisiones, cuando las cosas no salen como quiere, cuando se va del hogar. También lloramos cuando cuentas con esa persona que te
apoya, que te motiva, cree en ti y sin importar la distancia confía en que lograrás lo que te propongas. Lloras en un viaje, por cumplir un propósito, en un concierto, en la playa, en el campo. Somo seres expresivos y si es así, ahí siempre estarán las lágrimas.
La música también tiene un efecto en ese sentir. La tristeza, el vacío, el cansancio, esas letras que te hablan y sientes que no se pudo decir mejor, que son las frases perfectas donde puedes comprender lo que sientes, ellas solas te explican. Buscas esa canción o si tienes suerte aparece y se canta o se escucha
con tanta atención que seguramente se escaparan unas cuantas lágrimas.
Los que me conocen saben que soy muy llorona. No me da vergüenza admitirlo, porque hace parte de mi forma de expresar lo que siento en el momento. He llorado escribiendo algunos textos, leyendo otros y saben qué, después se siente bien, aunque no me vea igual.