Inspirada en el 8 de enero, (fecha en la que comienza a escribir un nuevo libro Isabel Allende) escribo el primer texto del 2025. Y quiero comenzar con un mensaje que escribió Eric Corbera y mi primo Alex la compartió al finalizar el 2024 en el grupo de WhatsApp: “Un nuevo comienzo no depende de un calendario, sino de la decisión consciente de ver la vida de una manera diferente” y esa frase me motivó a escribir este texto.

Foto de Jaime Cortés. En Cogua. Enero 2025. Diana en el parque de Cogua con la decoración navideña. Mensaje del saco: "Hay muchas maneras de ser feliz"

Para muchas personas es importante saber cuándo comienza o finaliza algo. Lo cierto, es que vivimos la vida sin que notemos algunos detalles, nos dejamos llevar por lo que queremos hacer en un futuro, y pocas veces disfrutamos el instante, el presente.

Leí en algún lugar, que después de cierta edad, comenzamos a preocuparnos por lo que estamos viviendo, si es así, creo que estoy en ese momento. De un tiempo para acá, me importa mucho lo que quiero hacer a corto plazo, disfruto de la soledad, disfruto compartir con mi familia, disfruto de la lectura y de escribir, soy consciente de lo que hago y estoy viviendo.

Hace algunos años esto era imposible. Vivía pensando en el futuro, lo que quería lograr con mis estudios, el trabajo soñado, ahorrar para un viaje, o soñaba en lo que quería hacer y lo veía tan lejos, sentía que tenía mucho tiempo para poderlo realizar.

Recuerdo pocos proyectos cumplidos en mi adolescencia. Cuando tenía catorce o quince años, se metió en mi cabeza que quería conocer Buenos Aires y creí que la vida estaba comenzando, así que tendría mucho tiempo para poder cumplirlo, lo conocí ya adulta y fue un impulso que sentí: “Ya no esperes más, es hora de hacerlo”.

Esos impulsos solo me han pasado ahora que soy muy adulta, pero si los hubiera cumplido más joven, seguro habría aprovechado más cosas, esas dadas por la frescura de la edad.

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Tenemos la necesidad de resetearnos. El calendario nos da esa oportunidad. Ya sea por la celebración del fin de año o por el cumpleaños. Son dos momentos que marcan la oportunidad de hacer nuevas cosas, de programarnos para cumplir proyectos, de comenzar de nuevo.

Hacemos una lista de cosas por cumplir en doce meses y la vamos chequeando con un cumplimiento casi obsesivo. Nos proponemos metas, planeamos, llegamos a acuerdos y estamos pendientes de que se cumplan.

¿Por qué necesitamos ese límite?, esa nueva oportunidad, por qué simplemente no lo hacemos una mañana cualquiera, un día cualquiera, un tiempo cualquiera.

¿Qué sentido tiene vivir conscientes del tiempo?

Claro que es importante planear, revisar con detalle qué tenemos y qué nos hace falta para cumplir nuestras metas, pero también, es necesario saber que no sabemos si tenemos tiempo. Debemos actuar responsablemente, no podemos meternos en una deuda que sabemos no podemos pagar, solo por cumplir una meta, esto no será un logro, se convertirá en un problema.

Alejandro Sanz, dijo en su mensaje de año nuevo: “… este año mi propósito es hacerme inversionista. Invertir en la gente que quiero, invertir mi tiempo en hacer las cosas que me gustan, invertir mi tiempo en la música, en vosotros y vosotras, en mi familia, en mi pareja, en mis perros y en la felicidad”. A esto me refiero con vivir el instante y disfrutarlo.

Aunque suene frase de cajón, es importante dejarla escrita aquí: Cada mañana al abrir los ojos, y saber que estamos vivos y vivas, es un nuevo comienzo, tenemos la oportunidad de cumplir nuestras metas, de cambiar las cosas que no nos gustan.

Espero que este 2025 logren, queridas lectoras y queridos lectores, vivir los instantes con consciencia y logren disfrutar de sus pequeñas o grandes metas. Solo ustedes pueden construir un buen año.

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