Despiertan con el ruido programado del celular, aun esta oscuro, pero no tienen tiempo para ignorar el llamado. Alistan el almuerzo en su bolso (preparado en la noche) se asean, hacen desayuno y despachan a sus hijos. Salen a buscar el transporte, digamos que en esta oportunidad se irán con suerte en el primer SITP (Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá), que las deje cerca al colegio. Llegan puntuales y saludan, comienzan su día recibiendo algunos estudiantes en el salón, por suerte los padres no pueden ingresar, saben el horario de todas las profesoras y si tienen dudas deben acudir a él para hacer una cita. Cumplen puntuales con el horario del día. Algunos deben cuidar las niñas y jovencitas en el comedor, otras se ubican en la cancha de futbol y de básquetbol, dos en una, otras en lugares estratégicos para poder visualizar bien lo que hacen en el descanso, sus juegos, sus caminatas, ven risas, y cuando ven lágrimas, deben correr a preguntar qué sucedió. Están dispuestas a atender discusiones, tristezas, malos entendidos. Preparan sus clases, deben ser creativas o llamativas para sus estudiantes, no olvidar que en cualquier momento, pasará como si nada, una superior a revisar sus clases, a ver si sus estudiantes están organizados y trabajando. No olvidar que hay que cumplir con el plan presentado al inicio de año por el comité pertinente. No pueden dejar tarea, así que en clase deben intentar que todas las estudiantes finalicen a tiempo los temas, todas al tiempo, como si fueran una sola persona. No la pueden ver cansada, debe estar impecable, ojalá use tacones, porque la bata blanca con el logo del colegio, ayuda a que oculte la ropa que escogió ese día medio dormida, pero el cabello debe estar, ojalá, cepillado y perfectamente maquillada, que no se le vea la ojera o la pestañina corrida. Aunque esté cansada y con mucho sueño después del almuerzo, no puede entrar al salón con una taza de café, eso esta mal visto. Por favor no se recargue en la mesa que esta en el salón, intente caminar cerca a las niñas y jóvenes, así tiene más visibilidad de lo que hacen y estará mas atenta a sus dudas. No puede sacar el celular, ni siquiera si no tiene reloj, puede preguntar la hora a quien tiene al lado, aunque se sabe que prestaba el celular a los estudiantes para que consultaran, para completar la actividad, eso se usa en muchos colegios, pero en este, procura que tus estudiantes lleguen con los elementos para trabajar en clase; – ¡que es un mensaje urgente que me envían al WhatsApp!,  las urgencias no existen cuando está en clases, ni siquiera cuando están en descanso las estudiantes, debe estar atenta a sus necesidades, así que solo lo inesperado en su vida debe pasar cuando sale del colegio a las 3:00 p.m. Hay reuniones, es inevitable, debemos estar atentos al plan académico del colegio. Que sus compañeras te hagan sentir mal porque es “la eterna nueva”, entregan tarde sus responsabilidades para que como líder reciba el regaño de su superior, que no inviten a sus celebraciones de cumpleaños y las hagan justo frente a usted, para que se sienta excluida, que ignoren sus propuestas en las reuniones para mejorar el comité, no debe preocuparse, tómense una foto en los retiros espirituales y súbanla a las redes del colegio para que vean los padres, madres y estudiantes que son un solo equipo, que se quiere, que tiene empatía y que se preocupan los unos por los otros. En las entregas de notas, debe estar en lugares estratégicos (guiarlos al salón que les corresponde o al auditorio) para ubicar a los papás y las mamás, siempre con una sonrisa y con buena actitud, no importa que haga frío o que llueva, debe estar perfectamente arreglada. Fijarse que las estudiantes lleven el uniforme correctamente, no permita que lleven ropa con la que se sientan más cómodas, por ejemplo, si no quieren usar la falda por el frío o la molestia que les da cuando tienen el periodo, y prefieren ir en la ropa deportiva, o con medias de lana, no, las estudiantes saben que deben respetar el uniforme y su horario; las estudiantes no pueden estar maquilladas y el cabello siempre debe ir bien arreglado, debe estar ahí para recordárselos, aunque te miren mal y te digan vieja retrograda. Aunque contesten con gritos, graben lo que dicen ustedes en clase, hagan memes de sus caras y los compartan en sus redes, le digan a sus mamás que ustedes las regañan por todo y que las hacen sentir infelices, deben escuchar a los papás y mamás y explicarles con calma y prudencia la situación. Aunque en el chat de “papitos” las traten de “brujas”, “brutas”, “bestias”, “bobas”, “incomprensibles con sus hijos” ustedes no deben decir nada, deben callar, porque esos son comentarios que hacen cuando no tienen la información completa y además, tranquilas que esas palabras jamás se las dirán personalmente. No se queje por el sueldo, la situación del país no da para que te lo suban, con esos dos milloncitos puede vivir tranquilamente; aunque también es su responsabilidad, si quiere más sueldo, puede aumentar sus ingresos si estudia una especialización o maestría, esto puede subir algo, aunque jamás recuperará la inversión y el tiempo que le dedico. ¿Cuál tiempo?, ¿en qué momento puede estudiar?, pues existe la virtualidad, puede llegar a casa a estudiar, o los sábados y los domingos, ese sería un ¡buen plan! ¿Su familia?, ¿Qué pasara con las cosas que hace fuera de la institución?, ¿con tus hobbies?, ¿con tu tiempo personal?, todo el mundo entenderá que es por su bien, porque entre más ingresos más se va a beneficiar sus hijos y su esposo. ¿Cuándo se verá ese beneficio?, algún día, tal vez, cuando sea adulta mayor y esté enferma y no tenga ganas de aprovechar el tiempo para viajar, ir a cine, subir una montaña o disfrutar la vida.

***

Hace muchos años tomé la decisión de ser docente gracias a un trabajo de investigación que realicé en la universidad. Visité un colegio de la localidad Ciudad Bolívar, el barrio quedaba en una montaña y se llama Arborizadora Alta. Ahí les enseñaba a los estudiantes cómo usar el video como expresión para temas de equidad de género y derechos humanos. Luego, mi trabajo de grado para el título como Comunicadora Social Periodista fue sobre el uso del video en el comité de convivencia de un colegio al norte de la ciudad para evidenciar las problemáticas más comunes en el colegio. Esto me llevó a realizar la especialización en Comunicación Educativa y mientras estudiaba me salió un trabajo con la Secretaría de Educación de Bogotá y El Centro de Comunicación Social Paulinas, con un proyecto de video escolar en los colegios del Distrito y esta experiencia sistematizada me dio el título de especialista en comunicación educativa. Aunque nunca trabajé directamente en los colegios, porque solo me veían unas horas, algunos días a la semana, tuve la oportunidad de escuchar muchos docentes y estudiantes, conocer algunas dinámicas que eran repetidas tanto en colegios distritales como privados y además, actualmente tengo la oportunidad de conocer algunas experiencias de amigas y familiares que hacen parte del equipo docente de algunos colegios de la Capital.

En los colegios aun se manejan cosas que en el pasado, puede que hayan funcionado, pero ahora no son aplicables. Es otra época, una nueva generación de profesores que ya no cree en esas reglas y quienes constantemente se están reinventando para no perder la credibilidad de sus estudiantes, para que ellos comprendan que es importante el respeto al otro. Es muy triste escuchar sus anécdotas y a pesar de lo que tienen que pasar, escucharlas decir que aman enseñar, adoran ver crecer a sus estudiantes y que las recuerden, verlos ser profesionales y buenas personas. Por ellas y ellos, escribí este texto.

Gracias profes por su labor. Ojalá no sean solo los mismos colegas los que se feliciten por su día del maestro, sino que más administrativos, jefes, superiores y los mismos estudiantes, reconozcan esta labor como una de las mejores.

También te puede gustar:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *