“Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”
- ¿Saben ustedes quién dijo esta frase?
Es muy conocida en el mundo femenino y literario.
- La escribió Virginia Wolf en el libro: Una habitación propia.
Como ella, la historia nos ha regalado muchas mujeres con una pasión por la escritura. Una pasión, en ocasiones, desbordada y oculta. Gracias al trabajo que han realizado las feministas, logramos conocerlas, saber de su existencia, nombrarlas, reconocerlas y, sobre todo, leerlas. Ahora existen espacios desde lo digital, en donde podemos conocer, no solo sobre sus historias personales y lo que las motivó a sumergirse por el océano de las letras, sino que también, tenemos la oportunidad de leerlas, gracias a las editoriales que se han tomado enserio la publicación, no solo de los clásicos, sino también, la oportunidad que nos han dado a las escritoras de ser publicadas y de que nuestras historias les lleguen a más personas.
Sabemos que algunas mujeres tuvieron que ponerse seudónimos o firmar con nombre de varón y así sus obras serían publicadas, porque no les era permitido hacer esta actividad, era solo para los hombres. Incluso, algunas escribieron obras con sus parejas, quienes, por supuesto, se llevaron todo el reconocimiento.
Estamos en un momento importante de la historia. Donde debemos resaltar la labor del movimiento feminista, porque gracias a su trabajo, ahora podemos escribir, sin escondernos, publicar, sin seudónimos y hablar con las personas que leen nuestras historias, en espacios libres, como bibliotecas, librerías, Ferias de libro, colegios, universidades, solo por nombrar algunos.
Son tantas mujeres que han escrito, que me es imposible nombrarlas en este texto. Aun no he tenido el privilegio de leerlas a todas, no sé si lo que me queda de vida, esto me sea posible. Pero las que han pasado por mi vida, ya sea en textos digitales o en físicos, me han ayudado a comprender nuestra existencia. Este año, mi meta es leer todos los meses, por lo menos a una mujer y vamos bien, ya les contaré en diciembre si la cumplí.
No se trata de comparar si los hombres escriben mejor, utilizan las palabras con más estilo o sus historias son más verosímiles, no, esa jamás sería mi intención. Respeto a muchos escritores y eso sería ofender su maravilloso trabajo. No se trata de competir y mucho menos de comparar la escritura debido al género. Se trata de visibilizar el trabajo de la mujer en la escritura. De los años, décadas, siglos, que tuvo que hacer esta actividad en silencio, desde la oscuridad, desde el escondite, desde lo más oculto; y ahora, reconocer que el trabajo que hicieron, que hacen, que hacemos, es valioso, es libre, y es visto por todos, por igual.
***
¿Necesitamos dinero para escribir?
Si. Es importante. Las mujeres debemos contar con nuestro propio dinero. No solo para cubrir los gastos básicos que se requiere para vivir en un lugar seguro, sino también para nuestros gastos personales, esos que hacen que nuestra creatividad se dispare, por ejemplo, comprar libros, ir a cine, asistir a eventos culturales, Ferias del libro, entre otros.
Después de escribir, llega la publicación y para ello, requieres de dinero, no solo para cubrir la inversión que tiene todo el proceso de publicación (según la editorial que escojas) sino, para el transporte, alimentación, entradas a eventos, entre otros, ya que debes asistir a diferentes lugares en donde presentarás tu escrito.
Muchos escritores famosos, buscaron una persona que los financiara mientras el proceso de escritura, luego lo recompensaban con la venta de sus libros. En la actualidad, creo que esto no es para todo el mundo. Quienes escribimos por pasión, no esperamos volvernos millonarias por la venta de nuestros escritos, pensamos de manera romántica, aun, solo nos interesa que mucha gente nos lea. Por supuesto que las ventas nos benefician y de una u otra forma, se ve recompensada toda la inversión que se hizo.
¿De qué se trata tener una habitación propia?
Existen muchas maneras de interpretar esta frase. Virginia, se refería literal a un cuarto en donde pudiéramos pasar las horas que necesitara cada texto sin ninguna interrupción. Un lugar que no se compartía con nadie, un lugar personal, íntimo.
Hace unos días una mujer en el taller de escritura creativa que estoy tomando en La Casa de la Mujer en Bogotá, después de presentarse y contarnos que fue complejo salir de casa, porque su hija no quería que se fuera, finalizó diciendo: “necesito mi habitación propia” esa frase nos emocionó a todas, incluso hubo aplausos, porque sentimos que espacios como estos, nos permiten ser, nos permiten hacer y sin duda, nos dan elementos para escribir.
Entonces la habitación propia, es ese lugar donde podemos construir, y donde nos dan herramientas para nuestras historias, encontrarnos con nuestro ser, donde hacemos un alto en nuestra rutina y pensamos en todo lo que nos hace felices, nos preocupa, nos incomoda, nos molesta.
***
Según la Revista Diners, en un artículo que publicó el 7 de marzo de 2023, titulado Cinco escritoras colombianas que tiene que leer, dice, citando al libro Escrituras colombianas del siglo XIX (2007) “En un principio, las mueres escribieron cartas, diarios, en general, lo que se ha llamado literatura íntima; después empezaron a escribir obras de ficción, aunque para hacerlo recurrieron a los parámetros literarios tradicionales. No obstante, algunas escritoras se apartaron de los modelos literarios masculinos y abordaron en sus obras temas, desde lo que hoy se ha denominado, una perspectiva de género”.
Todos los 8 de marzo, se hace un pare en la rutina, la mujer es reconocida por los años de lucha por tener un lugar visible en la sociedad, yo intentaré, no solo homenajear este mes completo, sino cada que me lo permita la vida, porque estoy orgullosa, no solo de las mujeres que me rodean: mi mamá, mis hermanas, mis sobrinas, mis tías, mis primas, mis amigas, mis estudiantes, sino de todas las mujeres escritoras que nos atrevimos a dejar en las letras nuestra alma.
