“No sé cómo escribir algo publicable” leo estas frases en la página 59 del libro y me siento tan identificada con Margarita Rosa de Francisco, la autora de Margarita Va Sola, un libro que se publicó en el 2023.

Desde siempre he amado leer. Recuerdo que en el colegio donde hice mi bachillerato, Centro María Auxiliadora, sede norte, teníamos un espacio a las siete de la mañana, una vez a la semana, en la biblioteca del colegio. Ese lugar silencioso, rodeado de estantes llenos de libros, olor a madera, dirigido por Sor Matilde, una mujer que no tenía voz y que a su modo nos hizo conectar con las historias que nos contaban los libros. Yo escogía un libro y cada ocho días avanzaba durante una hora mi lectura, cuando lo finalizaba, comenzaba el siguiente, sin abandonar.

Así, creo yo, comenzó este amor por la lectura. Recuerdo a mi tía Marlén prestarme libros de su biblioteca y luego a mi tía Irene. Después de un tiempo comencé a comprar libros y también recibirlos como regalos, hasta tener mi propia biblioteca. No es como la de Umberto Eco, ni la de Borges, pero no pierdo la esperanza de lograr algo similar. No por la colección o el adorno en casa, sino por la cantidad de lecturas que podría consumir.

Sí, la lectura para mi es una afición, una necesidad, es una de las cosas que más me gusta hacer. Por esta razón decidí estudiar la Maestría Escrituras Creativas, por el solo hecho de actualizarme en lecturas, conocer autoras, dejarme llevar por las historias de ficción y no ficción. Y a la escritura la tenía como algo personal, como algo que no podía compartir (como la lectura). Alguna vez mi compañero de vida, me dijo que por qué no escribía en el blog (que tenía olvidado en la nube), mi versión de los libros que leía. Me pareció que no sabía “cómo escribir algo publicable” y poco a poco me fui exigiendo, así como lo hacía con mis estudiantes. Fueron ellas, también, las que motivaron los textos del blog, muchos fueron ejercicios que les pedía para la clase y se convirtieron en ejemplos creativos para ellas.

Libro Margarita Va sola, sobre el computador que muestra la reseña que se está escribiendo

Cómo Margarita, siempre creí que no era escritora, me he considerado lectora y me parecía muy ególatra decir que era escritora (aun teniendo el título de Magister en Escrituras Creativas) Sin embargo, la escritura ha estado acompañándome siempre y muchas veces, cuando escribo para esta página web, siento que necesito leer más, y me dejo llevar por los libros, y luego pienso, que ya es momento de sentarme a escribir, a dejar mis ideas aquí. Ahora que me leen siento que vale la pena.

Compartir pensamientos, formas de ver la vida, sentimientos, en mis textos, podría ser sanador para unas y para otras solo puede ser visto como arrogancia. Me quedo con las que piensan que aprendieron, que sanaron, que las hice pensar más allá de sus creencias y vivencias.

También escribo por mi, porque es la manera que tengo de desahogar la rabia, la tristeza, el dolor que me producen temas en la actualidad.

Por eso Margarita Va Sola es un libro que recomiendo. Al principio me dio miedo leerlo, porque no creí estar al nivel de la inteligencia de Margarita Rosa de Francisco, sabía que me encontraría con reflexiones filosóficas profundas, con fuertes críticas a la realidad en la que vivimos. Pero disfruté cada página. Aprendí de sus miedos, algunos, también me han acompañado durante mi vida, aprendí de autores, me encantó la pasión con la que hablaba de Pizarnik, Sanín y algunos filósofos, conocí a la otra mujer que nos presentan en los medios (Margarita es actriz, presentadora, artista) y esta me agradó mucho.

Las dejo con un párrafo del inicio del libro, para motivarlas a leerla:

“… después de haber pensado el título de mi página web, margaritavasola.com, como anuncio de que ya no escribía por contrato… A este libro también lo bauticé con esa frase porque es un intento de pensar y despensar en solitario. Lo de ir sobrada también prefiero tomarlo como una voz de aliento, esa voz que anima a seguir adelante cuando uno está inseguro de lograr algo, y que diría, en clave de salsachoke, “tranquila que va sola, va sobrada, hágale que no hay peligro”. Es este contexto, ir sola es lo conveniente, lo seguro; cuando, por lo regular, una mujer que va sola (por la calle o por la vida) se encuentra en situación de alta vulnerabilidad”.

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